No nos cansamos de repetir que los gatos son animales que aprenden muy rápido lo que hace que su educación sea relativamente sencilla. Lo esencial es que tengas mucha paciencia, seas coherente con tus órdenes y le des mucho amor.
Son animales muy inteligentes y con paciencia pueden aprender cualquier truco. Además, no tiene que ser algo tedioso para ellos sino que puede ser incluso divertido. Eso sí, es mejor que el gato sea joven porque cuando están llegando a la vejez, como es normal, no están muy por la labor de aprender cosas nuevas.
¡Pero eso les pasa a ellos y a cualquiera! Sin más dilación, pasamos a explicaros cómo conseguir que tu gato se siente. Será una experiencia gratificante para ambos que os unirá.
¿Cuál es la mejor manera de enseñar un truco a un gato?
Lo que suele funcionar mejor es comenzar cuando el gato se encuentra con energía. No es buena idea ni despertarlo ni intentarlo cuando se ve que está cansado. Para aprender hay que estar dispuesto y con energía tanto para uno como para otro.
Es importante realizar varias sesiones para que pueda familiarizarse con lo que le estás pidiendo y comience a entender la acción.
Debes utilizar siempre la misma orden
Como comentábamos antes, es importante mantener la coherencia. No podemos utilizar diferentes palabras para dar la misma orden, por ejemplo. Tenemos que utilizar una misma palabra. La clave está en ser repetitivos hasta que el gato asocie la palabra con la acción.
Lo mejor es usar palabras cortas para que le resulte sencillo al felino. Puedes utilizar sit o sienta, por ejemplo.
Debes acompañar la acción con un premio
Es importante que cuando el gato realice la acción deseada le demos un premio. Esto es esencial porque es la motivación para que el gato lo haga de nuevo. Termina asociando la acción deseada con un sentimiento positivo que es el de comer su golosina favorita, recibir su masaje favorito etc.
Al final, todos funcionamos con estímulos positivos. Puedes incluso darle una lata de su comida favorita, por ejemplo. De esa manera, habrás atraído su atención.
¿Cómo puedes conseguir que tu gato se siente?
Este es uno de los trucos más sencillos que le puedes enseñar a tu gato aunque hay dos variantes.
- Por un lado, tenemos la opción de sentar al gato. La finalidad es que el gato se siente y se quede quieto sentado bajo la orden. Es la postura usual que adoptan los gatos a la hora de sentarse.
- Por otro lado, tenemos el truco de que se mantenga de pie sobre sus patas. El gato tiene el objetivo de sostenerse sobre las patas traseras mientras levanta las delanteras simulando la postura de un conejo.
Lo mejor es empezar por el primero y una vez que lo domine puedes seguir con el segundo. Los trucos son algo que se debe hacer desde el amor y la diversión tanto para tu gato como para ti. Tiene que ser algo relajado.
Esta es la razón por la que nunca debes gritar a tu gato ⬅
¿Cómo enseño a mi gato el primer truco?
Si quieres enseñar a tu gato a estar sentado, es de los trucos más fáciles. La postura que queremos enseñar es más natural por lo que la adoptará rápido.
Las sesiones de entrenamiento constan de decir la palabra sit o sienta, o cualquier otra que sea corta y que quieras utilizar. Debes escoger solo una para que el gato no se sienta confuso. Lo importante es que cuando le enseñes la recompensa no la coma o la coja con las patas.
Debe sentarse y esperarse a que se la des. Con el tiempo, se irá sentando cada vez antes. Lo ideal es que al final vayas eliminando las recompensas aunque siempre es buena idea que sigamos haciendo sesiones de entrenamiento cada cierto tiempo para que no olvide la sensación positiva de recibir el premio.
¿Cómo enseño a mi gato el segundo truco?
Esto es lo que tienes que hacer en una sesión de entrenamiento.
- Cuando tu gato se encuentre activo y con ganas de jugar, debes llamar su atención dentro de un lugar que conozca. Esto es para que esté tranquilo.
- Levanta el premio por encima de tu gato sin que pueda llegar a cogerlo.
- A la vez que le enseñamos el premio, tenemos que decir la palabra clave para la orden que puede ser up o arriba.
- No puede alcanzar la comida. Si ves que se está aproximando aleja más el premio y dile “No” con una voz firme, pero calmada.
- Con el tiempo, adaptará su postura corporal dependiendo de la distancia a la que se encuentre la recompensa.
- En el momento en que se quede quieto sobre sus patas le puedes dar la recompensa.
Para llegar a este objetivo, vas a tener que realizar varias sesiones de entrenamiento. Sin embargo, cada gato es un mundo y es posible que tu gato tarde más o menos. Lo que está claro es que si tu gato no disfruta del entrenamiento y pasa de ello, no le tienes que forzar.
Esto se trata de un juego para los dos, pero si uno de los dos no lo disfrutas, entonces hay que dejarlo estar.
¿Conocías estos dos trucos que puedes enseñarle a tu gato? Déjanos un comentario para que podamos leerte y si te ha gustado no dudes en compartir el artículo utilizando los iconos de redes sociales inferiores⬇🐱💚