Es conocido que los gatos no suelen soportan a los perros y, en ocasiones, resulta una exageración, pero en otras ocasiones sí que encaja. A decir verdad, hay una cierta inclinación a que esto ocurra y no es una cuestión de caer en estereotipos sino en cuestiones biológicas.
Por supuesto que se puede dar el caso contrario y que un gato se lleve muy bien con un perro porque se han criado juntos, por ejemplo.
1 Los gatos no suelen soportan a los perros por instinto
Los gatos y los perros no son animales que surgieron domesticados. Son criaturas de la madre Tierra y, por lo tanto, son animales que descienden de lo salvaje. Los perros descienden del lobo mientras que los gatos descienden del gato montés.
Esto no es simplemente un hecho sin importancia ya que gran parte del carácter viene influencia por ello. Ambos animales, a día de hoy, aún conservan rasgos de la personalidad de sus antecesores lo que genera ciertos condicionantes.
El perro, de manera instintiva, persigue presas de tamaño pequeño, sobre todo, si se encuentran huyendo mientras que los gatos odian ser perseguidos aunque sea con una actitud de juego. Es por eso que es frecuente que un perro acabe persiguiendo a un gato de manera divertida, pero el gato lo tome con mucho estrés.
2 Los perros son muy impulsivos
Los gatos son animales que tienen una organización increíble. Todos los días mantienen el control de su vida y siguen una serie de hábitos convertidos en rutina. Si nos fijamos en los perros, son todo lo contrario. Mientras que los gatos son amantes del orden, los perros son amantes del caos.
Son animales que tienen mucha falta de control y de manera más marcada cuando son jóvenes. Les encanta correr y moverse por la casa de manera caótica lo que hace que choquen totalmente. Los movimientos bruscos y espontáneos generan ansiedad en los felinos y es por eso que prefieren estar alejados de los perros.
3 Los gatos no soportan a los perros porque no respetan su espacio vital
El punto anterior tiene que ver con este y es que los perros suelen ser más dependientes y, por lo tanto, invasivos del espacio personal de otros seres vivos con los que comparten hogar. Esto resulta muy tierno para las personas, pero para muchos gatos supone mucho estrés.
Los gatos tienen un sentido del espacio vital mucho más desarrollado que el de los perros y es por eso que les gustan mantenerse alejados. Los perros, en cambio, lo primero que hacen al ver a un gato es olerle el culete que es una manera de conocerlo.
Los felinos, se acercan a otros gatos de manera más calmada y con mucha precaución por si no pudiese ser de recibo.
4 Los perros son más ruidosos
Los gatos no llevan bien los ruidos fuertes. Es más, les causa mucho estrés y es malo para su salud. Sin embargo, los perros tienden a ser animales ruidosos con un ladrido muy suerte que puede resultar molesto para un felino.
5 Los gatos no soportan a los perros porque tienen buena memoria
Por supuesto, puede suceder que un gato se lleve bien con un perro. Por ejemplo, un perro que tienda a tener un carácter más calmado tendrá más posibilidades de llevarse bien con un felino. También si son criados desde pequeños juntos ya que estarán totalmente acostumbrados.
¿Conocías estos 5 factores por lo que los gatos no soportan a los perros? Déjanos un comentario para que podamos leerte y si te ha gustado no dudes en compartirlo utilizando los iconos inferiores de redes sociales ⬇🐱💚