La mayoría de personas que conviven con un gato creen que cogerlo es una cuestión instintiva; sin embargo, existe una manera adecuada de coger a tu gato. Piensa que los felinos que se encuentran en el ámbito natural, no son cogidos. Por lo tanto, si lo vamos a hacer, hay que tener en cuenta una serie de factores para no hacerles daño en zonas como la columna.
Fallos que realizas al coger a tu gato
Cuando coges a tu gato, el mayor fallo es que no lo sujetas de la forma correcta y sienten que se van a caer. No lo está haciendo de forma que se sientas seguros y esto hace que se revuelvan mientras los tienes en alto hasta soltarse.
Lo hacemos mal porque los solemos agarrar con una sola mano, por lo que solo tienen un punto de apoyo en la zona del pecho. Además, esta postura hace que no tengan casi apoyo en la zona de las piernas que se suelen quedar en el aire.
¿Cuál es la forma correcta de coger a tu gato?
Lo primero que tienes que hacer es establecer dos puntos de apoyo: uno para sus patas delanteras y otro para sus patas traseras. El gato tiene que sentir que su peso está bien sujeto por lo que no se pueden quedar las patas colgando. Una vez que este factor queda claro, las combinaciones son infinitas, siempre y cuando sientas que tu gato está a gusto.
Una de las posturas más utilizadas es la siguiente:
- Coloca una mano en la parte delantera del tórax (en la zona de los pulmones).
- Coloca la otra mano en la parte inferior del tórax (poco antes de llegar a las patas traseras), en la zona del vientre.
Esta combinación de posiciones permitirá que el felino tenga la zona central estable.
Otro consejo para agarrar a un gato con maestría
La forma de sujetar a tu felino que hemos explicado en el apartado anterior es la mejor para llevarlo de un sitio a otro en cortas distancias. No obstante, si queremos coger a un gato por más tiempo sin que pierda la comodidad, podemos optar por la siguiente combinación:
- Coloca los brazos como indicamos en la sección anterior: uno en la zona del tórax y otro en la zona del vientre.
- Apoya a tu gato contra el pecho de forma que pueda sentirse menos zarandeado. No es necesario que realices mucha presión. Solo tienes que mantenerlo apoyado contra tu pecho.
Otra postura muy utilizada es la de llevar a tu gato en el hombro. Es muy sencilla, solo tienes que colocar a tu gato en tu hombro (él se apoyará con las patas delanteras) y sujetas sus patas traseras con tus manos o tu brazo.
Es importante que no quede demasiado volcado hacia tu espalda para mantener un buen equilibrio. El brazo que te queda libre debe colocarse sobre la espalda del felino para aumentar la seguridad.
¿Conocías estas formas de coger a tu gato sin hacerle daño? Déjanos un comentario para que podamos leerte y si te ha gustado no dudes en compartirlo utilizando los iconos inferiores de redes sociales ⬇🐱💚