Todo toma lugar en Hawái, una de las islas más bonitas del mundo. Un grupo de rescate recibe una llamada inesperada sobre un gato que se ha encontrado en unas condiciones deplorables. Parece ser que el felino tenía sarna en un estado muy avanzado lo que le estaba produciendo mucho deterioro físico y mental.
Un rescatista va en auxilio del gato con sarna
En cuanto recibió la llamada, Bret Thompset, rescatista y adoptivo local, acudió sin miramientos a la zona en la que se había comunicado que se encontraba el gato. Fue acompañado de su novia Aimei y juntos llegaron al lugar que se encontraba completamente oscuro. Estuvieron mirando durante mucho tiempo y justo cuando estaban a punto de irse del lugar, encontraron lo que parecía una roca.
La sarna había avanzado tanto que el gato tenía su pelaje y piel con una textura endurecida, rugosa y apelmazada. Incluso los ojos se encontraban casi pegados. Prácticamente ya no parecía una gato y eso había hecho que fuese más difícil de lo normal encontrarlo.
La pareja sabía que era crucial actuar lo más rápido posible ya que el gato se encontraba en una condición grave. Bret había ido preparado y tenía un equipo de rescate a mano, no le faltaba la red para poder comunicarse. Tuvieron que marcharse para poder buscar una rápidamente y luego volvieron al sitio con la esperanza de encontrar al gato.
Por suerte, pudieron encontrarlo y lo atraparon. El felino se encontraba muy cansado y no ofreció mucha resistencia. Lo metió dentro de un portaequipajes y lo llevó a casa de otro rescatista para poder comenzar a mejorar el estado del animal. Lo primero que hicieron fue llamar a un veterinario para que pudiera examinarlo y las noticias fueron mucho peor de lo que esperaban.
¿Cuál fue el diagnóstico del veterinario al ver al gato con sarna?
Una vez que el veterinario lo había examinado, lo llamaron Bomber y lo comenzaron a bañar. Durante todo el tiempo que estuvieron cuidándolo después de encontrarlo el felino no pronunció ni un maullido. Parecía que no tenía fuerzas para nada y se encontraba con un aspecto delgado, deshidratado y lleno de llagas.
La foto de Bomber comenzó a pasarse entre rescatistas y todos coincidían en que era el peor caso de sarna que había visto en 30 años. Algunos incluso llegaron a decir que lo mejor era sacrificarlo para ahorrarle sufrimiento, pero Bret y Aimei se negaron rotundamente. Estaban convencidos de que el felino si había llegado hasta ahí era porque podía tener una segunda oportunidad.
Las primeras palabras del veterinario fueron que el felino se podía salvar y que lo iban a lograr. Comenzaron a realizar su tratamiento para poder mitigar la sarna y lo trataron con un método revolucionario. Le dieron fluidos subcutáneos, vitaminas, antiparasitarios y varios baños con muchos cuidado. Bomber esperó de manera muy paciente a que sus rescatistas mejorasen su estado y su dolor.
El gato tenía algo que sorprendió a todos
Una vez el tratamiento había empezado a hacer efecto, lo llevaron por segunda vez al veterinario y descubrieron algo insólito. Bomber tenía un microchip de un refugio local. En este chip venía indicado que tenía alrededor de 3,5 años y que había sido castrado como parte de un proyecto TNR.
Afortunadamente, Bomber ahora se encuentra en manos de Bret y Aimei, una pareja que le está dando un amor increíble. Con el tiempo, se han dado cuenta de que el felino probablemente sufrió algún tipo de maltrato ya que muestra signos de miedo cuando es acariciado, sobre todo por parte de los hombres.
Ahora solo queda ayudarle a recuperar un estado saludable tanto físicamente como mentalmente y no hay nada mejor que hacerlo de la mano de una gente tan maja.
¿Conocías las historia de este gato con sarna llamado Bomber? Déjanos un comentario para que podamos leerte y si te ha gustado no dudes en compartirlo utilizando los iconos inferiores de redes sociales ⬇🐱💚