A todos nos encanta la nieve, incluidos los gatos. Sin embargo, ¿Qué suele ocurrir también con la nieve después de un rato? Terminamos congelándonos, en todos los sentidos y lo que parecía algo divertido se convierte en algo doloroso. Es por eso que hay que cuidar a los gatos del frío.
El pelo no siempre es sinónimo de protección. Quiero decir, tener pelo no siempre es un pasaje seguro para no tener frío. Muchos animales se esconden cuando llega el invierno debido a las bajas temperaturas y lo mismo ocurre con los gatos. Es por eso que e explicamos 5 causas por las que los gatos no son buenos aliados de la nieve.
1 Los gatos no están preparados para la nieve
Es verdad que hay gatos que sí están más preparados para la nieve. Suelen ser razas de gatos que se originaron en lugares de climas fríos y desarrollaron un pelaje mucho más denso que el del gato doméstico.
Por eso, en este artículo, hacemos referencia al gato doméstico que es el que más se suele ver. Esta raza de gatos no está preparada para el frío y es por eso que tiene una capa fina de pelo, dentro de lo que cabe. Ya ni os contamos los gatos sin pelo que esos queda clarísimo que nada más ver la nieve echan a correr.
2 Aunque se sienten atraídos, son muy sensibles al cambio de temperaturas
Esto ya no tiene que ver con el pelaje sino con que por naturaleza, creo que gran parte de los animales se sienten inclinados a la nieve. Es una experiencia interesante y siempre suele llamar la atención. Sin embargo, una vez llevas más de 10 minutos en ella, la idea empieza a cambiar y casi que todo el mundo prefiere un lugar más templado.
Los felinos, son sensibles a los cambios de temperatura, en general. Tienden a soportar mucho mejor las temperaturas cálidas y es por eso que siempre los verás buscando el último rayo de sol o subidos a una estufa. Sobre todo, los cachorros y los ancianos que son los más vulnerables a las temperaturas.
La nieve puede llegar a dañar sus patas, su nariz, sus orejas etc. También tienen más probabilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares. ¡Hay que tener mucho cuidado!
3 Pueden desarrollar un resfriado
Los felinos al igual que los humanos, cogen enfermedades por exponerse a temperaturas para las que no están preparados. Pueden generar todo tipo de problemas a nivel físico debido al frío y también enfermedades respiratorias.
El más común sería un resfriado por lo que comenzaría a segregar más moco, tener los ojos rojos o llorosos y estornudar.
No se sabe con exactitud cuánto frío aguantan los gatos, pero se sabe que la temperatura ideal corporal para ellos se encuentra entre los 30 y los 38 grados. Con esta temperatura no tienen que gastar energía para mantenerse cálidos.
Cuando comienzan a tener menos de 29 grados es cuando la situación empieza a pintar mal para ellos ya que tendrán que gastar esa energía.
4 Si los gatos están expuestos al frío pueden desarrollar hipotermia
También pueden desarrollar enfermedades más graves como la hipotermia. Esta se genera por estar expuesto a temperaturas muy bajas. La puedes identificar porque el gato tiene temblores constantes, rigidez muscular, dificultad para respirar y se alteran las constantes vitales.
Hay que tener en cuenta que no solo es una cuestión del frío sino de la humedad y del viento que pueda hacer ya que estas dos condicionantes suelen empeorar aún más la situación incluso si han encontrado un refugio.
5 Aumentan las dolencias musculares y la artritis en los gatos con frío
El frío no solo afecta a los órganos sino que también a todo el esqueleto y a los músculos que se encargan de que éste funcione. Pueden desarrollar dolencias musculares, en las articulaciones y en los huesos.
Es en esos momentos cuando pueden surgir problemas de artritis y artrosis. Si encuentras a un gato abandonado ayúdalo, y si además hay nieve, tienes que aportarle calor cuanto antes.
¿Conocías estas dolencias que puede causar la nieve? Déjanos un comentario para que podamos leerte y si te ha gustado no dudes en compartirlo utilizando los iconos inferiores de redes sociales ⬇🐱💚