La sociedad siempre ha estado inclinada a crear ciertos mitos entorno a todas las cosas. Los gatos no se escapan de estos mitos populares que no tienen ninguna base científica y que son pura fantasía. Es por eso que vamos a dejar aquí 10 mitos sobre los felinos para que podáis saber que no son ciertos.
Incluso puede pasar que alguien se los crea y podéis llegar a ayudarle enseñándole que no son ciertos ni tienen ninguna base de investigación que avale esos rumores.
La leche de vaca es buena para los gatos
Esto es tremendamente erróneo. Las series de televisión o los dibujos animados se han encargado de mostrar a los felinos bebiendo leche de gato (quizá porque los humanos lo hacemos y decidieron humanizarlos un poco), pero la realidad es que no pueden beber leche de vaca.
La leche que sí pueden beber es la materna cuando son cachorros y necesitan nutrientes, pero con el tiempo pierden la enzima necesaria para procesar y digerir la leche por lo que desarrollan intolerancia a la lactosa.
Por lo tanto, nada de darle leche de vaca a los felinos porque no le aporta ningún nutriente adecuado e incluso les puede causar diarrea o vómitos.
Las mujeres embarazadas no pueden tener gatos cerca
Este mito surgió a raíz de un parásito con el que pueden estar infectados los gatos que se llama Toxoplasma gondiiy que causa defectos de nacimiento en los seres humanos. La cuestión es que este parásito se puede contagiar mediante las heces o al ingerir accidentalmente el parásito cuando van a limpiar la caja de arena.
Lo típico de que tocas la caja, te llevas luego las manos a la boca etc. Sin embargo, no hay de qué preocuparse porque es fácil de evitar la infección. Simplemente, si estás embarazada, no limpies la caja de arena o lávate las manos justo después de hacer la limpieza. También has de lavarte las manos después de tocar a tu gato y no hacer ninguna actividad donde te lleves las manos a la boca a la vez que tocas a tu gato.
Durante la noche los gatos son más enérgicos
El matiz en este mito es importante y es que son activos durante el amanecer y el anochecer, es decir, los felinos son crepusculares. Es por eso que no están activos durante toda la noche.
No obstante, es verdad que puede ocurrir en ocasiones o también puede ser por falta de horas de juego durante el día. ¡Prueba a jugar más con tu gato! Si eso no ayuda a que se calme durante la noche puede consultar a tu veterinario de confianza.
Los gatos siempre caen de pie
Es verdad que los felinos son animales muy ágiles hasta el punto de poder escalar por lugares muy finos con sus patas y tienen una columna vertebral muy flexible lo que les permite dar giros en el aire para aterrizar con sus patas.
Sin embargo, no siempre es así ya que esto no funciona cuando las alturas son muy altas o incluso en otras circunstancias haciendo que puedan sufrir graves heridas e incluso que puedan morir. Al fin y al cabo, los gatos no son inmortales.
Y se van volviendo más vulnerables con el paso del tiempo. Cuando llegan a la vejez pueden llegar a sufrir ciertas enfermedades que hacen que los reflejos funcionen peor y aumenten las lesiones.
Quitarles las garras a los gatos no duele
Parece que algunas personas han interiorizado que quitarle las garras a un gato no conlleva dolor porque es una operación que se realiza con anestesia. Sin embargo, hacerle esto a un gato es horrible ya que le estás quitando de una herramienta esencial para su vida como es el marcaje y muchas otras cuestiones de instinto.
Este procedimiento se llama desungulación y consiste en amputar el tercer dígito. A causa de esta operación, muchos felinos desarrollan dolor crónico debido a problemas de artritis e incluso pueden llegar a volverse ariscos o agresivos debido a esos dolores constantes.
¿Conocías estos 5 mitos populares sobre los gatos? Déjanos un comentario para que podamos leerte 🙂
