La educación de los gatos no es una tarea complicada, pero sí que requiere de mucha paciencia. Muchas personas creen que educar a su gato es gritar y zarandear el dedo índice, pero la verdad es que así solo se consigue poner nervioso al felino y que no entienda nada.
Es esencial que entendamos que educar a un gato (igual que educar a un hijo) requiere de tiempo, paciencia y sobre todo, de mucho amor. Es por eso que te vamos a dejar a continuación 4 acciones clave que puedes añadir a la hora de educar a tu gato.
Esto hará que todo el proceso sea más sencillo y que entiendas cuestiones fundamentales.
La esencia de la educación gatuna son los premios
Cuando hablamos de premios nos referimos a cualquier cosa que tu gato disfrute y que pueda tener a cambio de hacer algo bien. Esto quiere decir que cuando hace algo mal no se hará nada: no se gritará, ni se le castigará o cualquier otra cosa similar.
Lo que hay que hacer es reforzar las cosas que hace bien dándole caricias, una golosina, su comida favorita o cualquier cosa que le encante. El premio hay que darlo al instante para que asocie lo que ha hecho bien con ese sentimiento positivo.
Si se lo das una hora o unas horas después, no va a asociar una cosa con otra.
Como máximo 15 minutos de entrenamiento
Los gatos son animales muy intensos tanto para divertirse como para aburrirse. Esto quiere decir que podemos mantener la atención de un felino durante 15 minutos, pero no mucho más. Al tiempo se acabarán aburriendo por lo que es ideal que no superen los minutos que comentamos.
Si ves que comienza a aburrirse no lo fuerces con el entrenamiento porque comenzará a asociarlo como algo negativo y eso hará que todo el proceso sea más costoso. Si se aburre, lo dejas y ya continúas con la práctica al día siguiente.
Eso sí, el entrenamiento no es lo mismo que el juego.
El “Clicker”
Probablemente no entiendas de que se trata esto del clicker, pero tiene una función muy simple. Cada vez que tu gato hace algo bien (como comentamos en el primer punto) y le das un premio, puedes coger un artefacto que haga un sonido de click muy claro. Es decir, que se note que hace click.
Esto hará que el gato cada vez que escuche el click sienta que está haciendo algo bien. Es una manera de aportarle refuerzo positivo y se vuelve a trabajar con la asociación de sonido y sentimiento.
Recuerda que para que esto funcione hay que hacer click a la vez que se le da el premio. No es una opción que utilice todo el mundo, pero ahí está por si alguien quiere intentar usarla.
Recuerda que tu gato no es un muñeco
Los seres humanos estamos muy acostumbrados a manejar a los animales a nuestro antojo como si fueran juguetes para nuestra diversión. Hay que empezar a entender que no podemos forzar a un gato a hacer lo que queramos.
En ocasiones, no le va a apetecer o no estará por la labor de educarse y no pasa nada. Lo que tenemos que hacer es dejarlo que vaya aprendiendo a su ritmo, pero no forzarle a hacer posturas o cualquier otra cosa. Esto más que ayudar incomoda al animal.
¿Conocías estas 4 acciones a tener en cuenta a la hora de educar a tu gato? Déjanos un comentario para que podamos leerte 🙂